Pide tres deseos...

Hoy no es un día cualquiera.

Me he levantado pensando en que muchas cosas deberían cambiar en mi vida, como un nuevo propósito de Año Nuevo, en el que la gente sin fuerza de voluntad se propone hacerlos sabiendo que no se van a cumplir. Por eso lo hacen.

Es bonito pensar en que sólo tienes que proponértelo y puedes conseguirlo. Pero estás equivocado.

Cuando era pequeña mi madre me decía "nadie da duros a cuatro pesetas" o "nadie ata perros con longanizas" y un sinfín de "extrañas" frases de nuestro refranero. Pero nunca me explicó que significaban.

No me explicó lo duro que es conseguir lo que deseas, lo que te propones, lo que realmente merece la pena. No me explicó que según fuera siendo lo que ellos llaman "adultos" tendría que hacer tanto esfuerzo en no equivocarme en seguir las direcciones que la vida te va poniendo...

Era un reto imaginar "que hubiera pasado si..." pero al final me he dado cuenta de que la vida es mucho más simple que eso. Que todo gira alrededor nuestro y que todo está relaccionado. No vale salir huyendo de un camino que no querías seguir, porque sin tu esperarlo, sin tu buscarlo, se vuelve a cruzar en tu vida.

Nunca creí en las casualidades, ni en el destino que un "Dios" escribió el día que naciste. Siempre pensé que en la vida todo lo tienes porque luchas por tenerlo, porque tienes la oportunidad de encontrarlo de frente. Pero una vez más me equivocaba.

He sido una pobre ilusa pensando que el mundo es de color de rosa, que los principes azules no destiñen, que la gente es buena hasta que me demuestra lo contrario... hay tantos "que...."

Pero hoy es un día especial.

El sábado soñé que encontraba una bruja, de las que todos dicen ser brujas buenas, y me ofreció su bolita mágica y sólo recuerdo sus ojos mirándome y diciéndome:
- Esta bola será siempre tuya, pide tres deseos....

Y el primero ya lo he pedido.... no despertar y comprobar que todo lo que tengo es sólo un sueño.

Ahora sólo me faltan dos