Una larga espera

Cada vez que llegan estas fechas me pongo más y más nerviosa...

Se acerca el día de Reyes.

Estoy como un niño en su primer día de Reyes, contando las horas que me quedan para poder abrir mi regalo. Ese regalo tan especial con el que siempre soñé y que sé que, por fín, me lo van a traer los tres Magos de Oriente.

Todavía no sé que dejarles en mis zapatos... tengo que dejarles agua, galletas, un cachito de tarta... estarán hambrientos y el camino hasta llegar a mi ha sido muy largo... pero por fín se acerca la noche mágica.

Esa noche no dormiré esperando escuchar sus tintineantes cascabeles, esperando escuchar como dejan los regalos en mis zapatos favoritos. Esos de tacón que tan bien me sientan....

Pero al final sé que dormiré. Dormiré esperando que amanezca para poder levantarme y ver que todos mis deseos se han cumplido. Que me traerán ese regalo que tanto ansío, que tanto he deseado, que tanto he luchado por encontrarlo y que, por suerte, no se ha agotado....

Estoy deseando abrir mi regalo. Sentirlo como mío... como si nunca se fuera a romper entre mis manos.

Es una larga espera, pero sé que merece la pena...

Llevo 33 años esperando a que llegue la noche de Reyes, la noche más mágica del año, la primera noche de otras muchas que me esperan...

Sé que es una larga espera... pero merece la pena.