Recordar el olor a hierba recién cortada...

Me he despertado tras una larga noche con ese olor tan peculiar y conocido...

Creo que ha llovido toda la noche, no recuerdo si me mojé o tal vez fueron aquellas lágrimas tuyas que siguen en mi corazón al ritmo de aquella música que no dejé de escuchar todo el fin de semana. Una música celestial que, tan sólo recordarla, me estremece... una música acompañada de besos, caricias y muchos te quieros.

Ese olor a hierba recién cortada me recuerda a ti, a esos momentos en los que mi cuerpo no deseaba nada más que abrazarte, nada más que besarte, nada más que permanecer despierto para no perderse el color de tus ojos.

Tus ojos me han seguido desde entonces, esos enormes ojos que se han convertido en los faros que iluminan mis oscuras noches, que iluminan el retorno al hogar en medio de una tempestad, que iluminan mi vida solo con mirarme.

No puedo dejar de pensar ni en un sólo momento que ese olor siempre será nuestro olor, el olor mágico de nuestras noches en vela, de nuestras noches de charlas, de nuestras noches llenas de nervios y de miedos...

Ese olor se convertirá, junto a los arrumacos, los besos y las caricias, en la Banda Sonora de una película muy especial: la de nuestras vidas en común.

Recuerda que nuestras vidas empezarán de nuevo en el punto que lo dejamos... no te olvides de la Princesa Oriental en busca de un palacio en el que habitar.

Mientras tanto... soñaré con el olor a hierba recién cortada